¿Magia navideña? Más bien, un caos navideño cuando a la mezcla le sumamos mascotas. Ya sea un árbol convertido en un parque infantil, regalos destrozados como si nunca hubieran existido o una pata perfectamente colocada en el pastel navideño, nuestros peludos amigos tienen su propia interpretación de la temporada.
Fuente: x – themouseyouknow
Caos navideño
Este es el momento exacto en el que tu gato decidió que el árbol de Navidad no era un adorno, sino el destino. ¿Esos ojos de plato? Pura determinación con una pizca de travesura festiva. Seamos realistas: no es una cuestión de si el árbol se caerá, sino de cuándo. ¡Disfruta de la calma antes de las garras!