Pensándolo bien
David pasó el resto del día pensando en lo que podía hacer para solucionar la situación. ¿Debería pedirle a una de sus amigas o a su hermana que se mudaran a vivir con ella mientras él estaba fuera?
Lienzo
¿Debería llevarla en avión a Francia? ¿Quizás podría completar sus estudios allí? A la hora del almuerzo, se le ocurrió la solución perfecta. La única cosa que se convertiría en la fuente de todos sus problemas.