Lo despertó
En los meses siguientes, las cosas solo habían ido a peor. David estaba tan paranoico que los ojos del perro que le quemaban el cuerpo empezaron a despertarlo.
Lienzo
Pero eso no fue todo. El perro había empezado a gemir mientras miraba fijamente la cama. Y para David, eso era aún más espeluznante que una simple mirada. ¿Qué demonios estaba pasando allí?