Comprobándolo
David se sentía como si se estuviera volviendo loco. Se pasaba los días preguntándose qué estaba haciendo realmente el perro y si había algún motivo para preocuparse.
Lienzo
Pero ya no podía confiar más en sus suposiciones, así que instaló algunas cámaras ocultas, con la esperanza de que le ayudaran a llegar al fondo de este misterio.