Nada ha cambiado
Los primeros días en el nuevo trabajo de David transcurrieron lentamente, mientras él se acostumbraba a la nueva rutina de llegar a casa más temprano. No fue más fácil porque Katie seguía llevando a Bailey al baño con ella, aunque David estaba en casa.
Lienzo
Aún escuchaba su voz con regularidad mientras se duchaba. Ella sostenía que era solo Bailey. Pero a medida que ella parecía alejarse más de él, la duda se apoderó más de su mente.