Espiando a su esposa
Esa noche, después de que Katie se durmiera, lo colocó en el baño. Así tendría una vista perfecta de todo y podría escuchar todo lo que ella decía, incluso con el agua abierta.
Lienzo
En su mente, su deshonestidad justificaba que la vigilara en secreto. Le incomodaba espiarla, pero ese era su último recurso. Pero lo que descubrió no solo cambiaría su vida, sino que también lo abrumaría con la culpa.