El momento de la verdad
Al principio, la transmisión en vivo no reveló nada inusual. Katie dejó su teléfono sobre la encimera y se metió en la ducha. Bailey se había acomodado cerca. Pero, de repente, se acercó a la ducha y gimió. Se escuchó la voz de Katie: “Toalla, Bailey”, y el perro inteligente trajo su toalla.
Lienzo
David observó cómo su esposa se sentaba en el suelo junto a la ducha mientras Bailey tomaba algo de la encimera, justo donde Katie había dejado su teléfono. ¿Estaba a punto de llamar a alguien?