Él lo descubrió
El marido, preocupado, esperaba con impaciencia que Katie saliera del baño. Estaba sentado en la cama con la cabeza entre las manos cuando por fin oyó que se abría la puerta. Su mirada voló hacia arriba para encontrarse con la de ella.
Lienzo
David se puso de pie para apoyar a su inestable esposa. Sabía que ella se daría cuenta de que había descubierto algo: lo conocía mejor que nadie. Pero él solo conocía una pequeña parte de la historia.