Sparky salvó el día
Mientras Sarah atendía a Noah, Henry levantó a Sparky, que lo observaba ansioso desde la puerta. “Has sido un buen chico, Sparky”, murmuró Henry, rascándose detrás de las orejas. “Gracias por avisarnos que algo andaba mal”.
Lienzo
Le dio un premio a su perro porque estaba alerta, pero también porque lo mantenía tranquilo. Había comprado un montón de juguetes para masticar para mantener a Sparky tranquilo y el truco estaba funcionando.