Un destello de esperanza
La recepcionista suspiró comprensivamente. “Entiendo, señora. Déjeme ver si puedo encontrar a alguien más que esté disponible para hablar con usted”.
Lienzo
El corazón de Sarah dio un vuelco mientras esperaba ansiosamente que volviera la recepcionista. No podía quitarse de la cabeza la sensación de que el tiempo se acababa y necesitaba ayuda urgentemente. Justo cuando estaba a punto de perder la esperanza, escuchó una voz: “Hola, soy el Dr. Stevens. ¿En qué puedo ayudarla?”. Sarah sintió un destello de esperanza en su pecho. Tal vez este médico podría ayudarla.