El juego de la espera comienza
La sala de espera estaba repleta de gente, y sus rostros ansiosos reflejaban los sentimientos de aprensión de Sarah. Encontró un asiento vacío en un rincón y se sentó a esperar, con Noah acunado contra su pecho.
Lienzo
Los minutos se convirtieron en horas mientras esperaban su turno para ver al médico. Sarah intentó entretener a Noah, cantándole suavemente y jugando con sus deditos. Pero su mente estaba en otra parte, consumida por la preocupación y el miedo. Después de todo esto, todavía tenía que preocuparse por su perro. Todo estaba empezando a ser demasiado para soportar.