Sólo dos meses de edad
Lexi tenía solo dos meses. No podía quitarle la vida porque algún veterinario quería hacerlo. Incluso si tenía una enfermedad genética, tenía que haber una forma de tratarla.
Lienzo
Marc miró a la pequeña cachorrita, cuyo estómago era el doble de grande de lo normal. Estaba profundamente dormida, lo que significaba que disfrutaba mucho de su comida. Fue entonces cuando Marc supo que tenía que actuar.