Bolsa recogida
Desde lejos, John observó cómo el oficial colocaba cuidadosamente la bolsa en el maletero del coche patrulla. “La llevaremos al laboratorio”, le aseguró el oficial.
Max, que estaba de pie junto a John, meneaba la cola pero no apartaba la vista de la escena. Mientras el coche patrulla se alejaba, John no pudo evitar sentir un escalofrío que le recorría la espalda.
Sabía que esto era solo el comienzo. Algo grande estaba ocurriendo.