La suegra viste al perro cada vez que lo cuida hasta que mamá lo lleva al veterinario
Tuve que conseguirle ayuda
Lienzo
Mientras estaba allí, las lágrimas corrían por su rostro en un flujo imparable. El pánico se había apoderado de todo su ser, dejándola con una sensación de impotencia y pérdida.
Sabía sin lugar a dudas que tenía que llevarlo a una clínica veterinaria y rápido. Pero había un problema: no tenía idea de quién era el responsable de la terrible situación en la que se encontraba.
Amanda entró en pánico al ver cómo su amado Chester luchaba. Sabía que tenía que actuar rápidamente para salvarlo.