La suegra viste al perro cada vez que lo cuida hasta que mamá lo lleva al veterinario
Cómo meterlo en el coche
Lienzo
Sin perder un segundo, convenció a Tristan para que la ayudara a subir a Chester al auto. Tristan se quedó en casa para cuidar a Junior mientras Amanda llevaba a Chester al veterinario.
Aunque Amanda siempre fue una ciudadana respetuosa de la ley, estaba dispuesta a correr el riesgo de superar el límite de velocidad por el bien de su perro. Con el corazón acelerado y las manos temblorosas, condujo lo más rápido que pudo para llegar al veterinario más cercano.
La única esperanza de Amanda era que pudieran brindarle a Chester la atención médica que necesitaba a tiempo para salvarle la vida. Pero todavía se preguntaba qué le había pasado.