La suegra viste al perro cada vez que lo cuida hasta que mamá lo lleva al veterinario
Tener que irse
Lienzo
Mientras Amanda sacaba a Chester del coche y lo llevaba al veterinario, las lágrimas le corrían por el rostro. El pobre perro estaba claramente en apuros y necesitaba atención médica inmediata.
Con la ayuda de la profesora, logró levantarlo y colocarlo sobre una mesa, donde el médico tomó el control. Su expresión era grave mientras evaluaba el estado de Chester y se puso a trabajar.
Amanda podía percibir la urgencia de la situación mientras todos se afanaban a su alrededor. Se sintió impotente cuando el médico le indicó que saliera de la habitación mientras él trabajaba en el perro.