La suegra viste al perro cada vez que lo cuida hasta que mamá lo lleva al veterinario
Dolor y pena
Lienzo
Mientras Amanda y Kaitlyn compartían su dolor y pena, la casa se convirtió en un espacio de sanación. Kaitlyn se sinceró sobre cómo la pérdida del hermano gemelo de Tristan la había perseguido durante décadas.
Incluso después de ese tiempo, ella todavía se sentía responsable. Por eso había sido tan dura con Amanda; no podía aceptar que el hijo que le quedaba ya no dependiera de ella.
La revelación explicó la ropa vieja de bebé escondida en el ático y las abrumadoras emociones que la habían consumido últimamente.