Actividades peculiares
Pero después de unos meses, empezó a suceder.
Cada vez que su suegra venía a ayudar con el recién nacido o simplemente a saludar, ocurría algo extraño.
La mujer mayor vestía a Chester con distintas prendas de bebé de dudosa reputación, aparentemente disfrutando de ver al perro con ropa humana. A la nueva mamá no le molestaba hasta que las cosas empezaron a ponerse raras.