Los gatos se comunican a través de diversas vocalizaciones felinas, desde maullidos agudos hasta maullidos prolongados. Contrariamente a la creencia común, estas vocalizaciones, estudiadas ampliamente en la Universidad de Lund, no son aleatorias. Cada sonido, ya sea un ronroneo de gato o un maullido icónico, tiene un significado específico, que refleja el estado emocional y las intenciones del gato.