Extraño
Lienzo
Para Jason, esto era extraño. El gato no le permitía a Jason acercarse a él, pero ahora no solo se frotaba contra Jason, sino que también le permitía acariciar su sucio pelaje.
“¿Qué pasa, amiguito? ¿Por qué no me dejas dormir todas las noches? ¿Estás enfermo o algo así?” Pero ahora, el gato empezó a ronronear.
Pero Jason no sabía que algo estaba pasando.