Visitando regularmente
Lienzo
A partir de entonces, el gato callejero lo visitaba con regularidad. Siempre se sentaba en el porche trasero y, si Jason no estaba en casa, lo esperaba. Jason le daba palmaditas en la cabeza y se quedaba contento.
Pero algunos días después, Jason notaría un cambio en el comportamiento del gato habitualmente tranquilo.
De repente se volvió muy vocal y Jason se preguntó qué le pasaba.