maullido fuerte
Lienzo
Algunas noches, mientras Jason dormía en la cama, se despertaba con un fuerte maullido. Cuando miraba por la ventana de su dormitorio, veía al gato sentado en el porche trasero maullando en la oscuridad.
Aunque sentía mucha pena por el gato, los maullidos le impedían dormir.
Recurrió a levantarse de madrugada para darle un poco de leche tibia, pero después de todo eso, no funcionó.