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Una madre cree que está dejando entrar a un gato a su casa y se da cuenta de que no es un gato
Nuevas llegadas
A través de ojos dorados
Un día, Waffles empezó a maullar fuerte en la ventana y se quedó de pie con sus patas delanteras apoyadas contra el vidrio. Emma bajó corriendo para ver si el lince había regresado y apareció con una cámara en la mano. Waffles estaba extasiado y felizmente se frotaba contra el cristal de la ventana. Allí afuera estaba su lince hembra, tumbada perezosamente bajo la luz del sol moteada como sólo lo hacen los gatos, grandes o pequeños.
Pero otra sorpresa apareció entre los arbustos. ¿Waffles estaría feliz por lo que iba a pasar a continuación? Emma contuvo la respiración y observó.