No hay nada ahí
masslive punto com
“¡Ay, me ha arañado!”, gritó Drue, lo que provocó que Katy saliera corriendo.
Drue se arrodilló en el pasto. Katy se preguntó quién lo había arañado. No podía ver a nadie más en el recinto. Se apresuró a llegar hasta él y encontró tres líneas rosadas en su pequeña palma. Esperaba encontrar a Drue llorando, pero lo que vio la sorprendió.