Cada vez más grande y feroz
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A medida que Kiara iba creciendo, más se daban cuenta de que las instalaciones también se estaban quedando pequeñas para ella. El santuario de animales salvajes simplemente ya no podía albergar a la cría en crecimiento.
Adolfo tuvo que tomar la desgarradora decisión de trasladar a Kiara a un santuario con instalaciones más grandes y mejores que pudieran albergar a una leona en crecimiento y brindarle el espacio y el cuidado que necesitaba. Su corazón se rompió en pedazos ante la idea de no ver a su Kiara todos los días.