Pidiendo ayuda
Si no le pasaba nada al gato ni a la madre, el peor escenario posible sería lidiar con algo malo con el bebé. Si un gato reaccionara de esa manera con el bebé todavía en su vientre, debe ser aún más difícil saber si el gato tuvo razón todo el tiempo. Jennifer llamó a su amiga Eve, que estaba allí para ayudarla casi todos los días, para que la llevara. Ella había estado ayudando durante el embarazo en la casa.
Ella apareció en cuestión de minutos para ayudar a su amiga a llegar al hospital. La mejor solución es buscar respuestas en lugar de vivir con dudas. Al llegar allí, la recepcionista le dijo que podía entrar. La rápida llegada de la amiga de Jennifer le brindó el apoyo que tanto necesitaba durante este momento de incertidumbre. Juntos reconocieron que buscar respuestas era la única manera de disipar las crecientes dudas e inquietudes. Cuando llegaron al hospital, las palabras de la recepcionista les permitieron continuar, listos para enfrentar cualquier revelación que les esperaba dentro de los muros del hospital, decididos a encontrar la verdad sobre la condición de Jennifer y la enigmática conexión entre el comportamiento de Luna y su salud.