Sentirse miserable
Puede haber casos en los que te quedes a oscuras y no sepas qué hacer a continuación. La peor parte de quedarse con preguntas sin respuesta es que no sabes cómo resolver el problema y tampoco sabes cómo adaptarte. Es como si te vendaran los ojos y te encargaran buscar una aguja en el pajar. Cuando llegaron a casa, Jennifer se derrumbó y siguió llorando. No quería elegir entre su hijo y el gato. Eve la consoló.
Su amiga tampoco fue de gran ayuda, pero hizo lo mejor que pudo. Eve le dijo a Jennifer que estaría ahí para ellos cuando no pudieran estar en casa. Eve se convertiría en su niñera, tenía mucho tiempo. La oferta de apoyo de Eve, a pesar de no tener todas las respuestas, fue un gesto de consuelo. Saber que tenían una amiga confiable que estaba dispuesta a trabajar como niñera durante este período difícil les proporcionó a Jennifer y Julian una sensación de alivio. Ahora podían concentrarse en la salud de Jennifer y la misteriosa situación que rodeaba a Luna, confiando en que su hogar y su familia estaban en manos de confianza.