¿Eran ellos el problema?
Julián se ofendió por un comentario que hizo el veterinario, le dijo a Julián que probablemente ellos eran el problema. Luna no confiaba en que dejaran a Lily dormir sola. Sin embargo, Julián sabía en el fondo que había algo más. Él no podría ser el problema, ¿verdad? Por un tiempo, decidieron observar a Luna junto con Lily. Lily parecía amar al gato, y Luna definitivamente amaba a Lily, pero no podían despedirse de Luna porque era sobreprotectora. El problema era que cada vez que Julian llevaba a Lily a la cama o Lily se dormía, Luna estaba a su lado.
Julián simplemente aceptó la situación, hasta que un día Eve llamó y dijo que Luna la había mordido. Esto hizo que Julian se diera cuenta de repente. El incidente en el que Luna mordió a Eve fue un punto de inflexión que sacó a Julian de su complacencia. Esto lo impulsó a reevaluar la situación y considerar los riesgos potenciales que plantea el comportamiento sobreprotector de Luna. Esta repentina comprensión lo llevó a tomar medidas y buscar orientación profesional para abordar el comportamiento de Luna y garantizar la seguridad tanto de su gato como de sus seres queridos.