Mujer llevó su “gato” al peluquero, y este rompió a llorar después de ver que animal era en realidad
Mantener la calma
Sarah se sintió asustada por la idea de que podría estar en problemas de espalda y tal vez podría ser arrojada a la cárcel. El detective trató de intimidar a Sarah, pero ella mantuvo la calma y se negó a hablar. Sabía que tenía derecho a permanecer en silencio y que no iba a decir nada hasta que tuviera representación legal.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, llegó el abogado de Sarah, y Sarah esperaba que este horror del interrogatorio llegara pronto a su fin. Con su abogado a su lado, Sarah explicó toda la situación y después de un rato tuvo el enfoque perfecto y dijo: «Déjame hablar».