CÓMO RESPONDIÓ LA MULTITUD
Cuando Theodore terminó con su historia, todos miraron al anciano con asombro. Fue una historia milagrosa que lo absolvió de todo el crimen. Y, curiosamente, todos los presentes frente a la casa de Theodore le creyeron.
“¿Dónde está ese almacén sospechoso, señor?” Preguntó uno de los oficiales.