Más adentro de la cueva
A medida que Sarah se adentraba más en la cueva, empezó a sentir una sensación de inquietud que la invadía. El aire era frío y húmedo, y la oscuridad parecía presionarla desde todos los lados.
Pero a pesar de su creciente sensación de miedo, Sarah se negó a dar marcha atrás. Estaba decidida a ver lo que había en el corazón de la cueva.