Unos turistas noruegos que visitaban Grecia encontraron a Leia, una gata gravemente enferma, desnutrida y sangrante. La llevaron al médico y pasaron meses intentando evacuarla a su ciudad natal a través de las redes sociales y de refugios cercanos. La princesa Leia descubrió que nadie la había recogido y fue llevada a Noruega. Esto demostró que era cierto el dicho de que uno siempre es responsable de las vidas que salva.