Benny y sus hermanos habían sido abandonados después de que su dueño falleciera. Benny era un gato ciego que padecía una enfermedad cerebral poco común llamada hidrocefalia, lo que dificultaba encontrar un nuevo dueño. Benny fue acogido por el santuario de Milo, donde recibió todo el amor que necesitaba. Desafortunadamente, su condición empeoró con el tiempo y falleció a los 5 años.