No tan largo ahora
La señora Johnson se llenó de una mezcla de emociones mientras observaba a Daisy en labor de parto. Las preguntas se agolpaban en su mente, pero no tuvo tiempo de reflexionar sobre ellas cuando el Dr. Thompson la llamó. Rápidamente regresó al puesto de Daisy y la vio tirada en el suelo, con el cuerpo destrozado por el dolor. La señora Johnson sintió que se le aceleraba el corazón al ver a Daisy luchar, pero la sonrisa tranquilizadora del Dr. Thompson le dio algo de consuelo.
Dijo: “Ya falta poco, solo faltan unos minutos y Daisy tendrá su potrillo”. A pesar de la ansiedad que sentía, la señora Johnson también estaba llena de anticipación y emoción. Había estado esperando este momento durante meses, desde que se había confirmado que Daisy estaba embarazada. Había estado contando los días hasta que Daisy pudiera conocer a su nuevo bebé y no podía esperar para presenciar el momento.