Una granja humilde
En un pequeño pueblo enclavado en lo profundo del campo, la familia Johnson era dueña de una humilde granja. La familia había estado a cargo de su granja durante generaciones y eran conocidos en la comunidad por su amor y cuidado por sus animales. Tenían una variedad de animales, desde gallinas hasta vacas, pero su preciada yegua, Daisy, era la más querida. Daisy era una hermosa yegua negra con un temperamento apacible y la familia Johnson la había criado desde que era una potra.
Era un miembro muy querido de la familia y los Johnson la trataban con el máximo respeto y amabilidad. Todas las mañanas, la familia Johnson sacaba a Daisy a pasear por la granja y ella siempre trotaba felizmente. Estaban orgullosos de Daisy y estaban seguros de que era el mejor caballo de todo el condado. Todos en el pueblo conocían a Daisy y todos la amaban por su naturaleza gentil y su lealtad a la familia Johnson.