Una niña ve un gato perdido en los brazos de un vagabundo y llama a la policía cuando se da cuenta de quién es
Ella se encuentra
Layla escuchó que alguien tocaba a su puerta y abrió. Era el hombre sin hogar, pero esta vez tenía un gato con él. ¡Era el gato perdido!
Layla estaba muy contenta porque su vecino llevaba mucho tiempo buscándolo y decidió regalarle ropa nueva y mucha comida para sus propios gatitos.