2. Tu gato se acicala excesivamente
Una serie de elementos físicos y psicológicos pueden desencadenar un acicalamiento excesivo. Desde el punto de vista físico, un gato puede acicalarse con demasiada frecuencia en un esfuerzo por reducir las molestias causadas por irritaciones de la piel provocadas por alergias, pulgas o ácaros, o enfermedades cutáneas subyacentes. Además, como consecuencia del acicalamiento excesivo, se encuentran las anomalías hormonales o algunos trastornos neurológicos. Desde el punto de vista psicológico, los agresores más habituales son la tensión, la preocupación y el aburrimiento. Cuando se enfrentan a cambios en su entorno, disputas con otros animales o una falta de actividad mental y física, los gatos pueden recurrir a un exceso de acicalamiento como mecanismo de defensa.
Si el acicalamiento excesivo no se controla, las consecuencias pueden ser graves. Además de la pérdida visible de pelo que puede provocar un pelaje ralo o calvas, los gatos pueden lesionarse gravemente la piel. Las zonas irritadas y en carne viva creadas por el lamido constante son vulnerables a las infecciones. A veces, los gatos pueden llegar a la automutilación, lo que da lugar a heridas abiertas que requieren atención médica. Los efectos psicológicos de los problemas subyacentes que generan el acicalamiento excesivo también pueden afectar al bienestar general de su gato, influyendo así en el comportamiento social, los hábitos de sueño y el hambre.
Dada la gravedad de este problema, debe comunicarse con un veterinario de inmediato si observa indicadores de un aseo demasiado agresivo. Un examen minucioso ayuda a descartar factores físicos, como trastornos de la piel o alergias. Para encontrar cualquier problema médico subyacente, su veterinario puede recomendar raspados de piel, pruebas de alergia o análisis de sangre. Si se descartan las explicaciones físicas, su veterinario puede recomendarle que consulte a un especialista en comportamiento veterinario para tratar los posibles elementos psicológicos.
El tratamiento del acicalamiento excesivo a veces requiere una estrategia multifacética. Si se descubre un problema médico, el primer paso es abordarlo directamente. Esto podría requerir el manejo de otras afecciones médicas, el tratamiento de parásitos o medicamentos para la alergia. En cuanto a las razones psicológicas, el enriquecimiento ambiental suele ser muy importante. Esto puede implicar agregar más juguetes interactivos, diseñar entornos exteriores seguros (como un catio) o desarrollar un horario regular para ayudar con el estrés. A veces, se pueden recomendar tratamientos con feromonas o medicamentos contra la ansiedad para ayudar a controlar la tensión y detener el ciclo de acicalamiento excesivo.
Hay medidas que usted, como dueño de un gato, puede adoptar para ayudar a su minino a superar este período difícil. Para reducir la tensión y el aburrimiento, asegúrese de que su gato tenga muchas oportunidades de jugar y hacer ejercicio. Minimice los cambios que podrían causarle ansiedad estableciendo un entorno tranquilo y estable. Las sesiones frecuentes de cepillado con un cepillo suave ayudarán a eliminar el pelo suelto y le darán a su gato una buena atención, por lo que tal vez disminuya su necesidad de acicalarse en exceso. Sobre todo, siga cualquier plan de tratamiento que le sugiera su veterinario o especialista en comportamiento de forma constante y paciente. Aunque lleva tiempo, muchos gatos pueden superar el acicalamiento excesivo con el cuidado y la atención adecuados y retomar mejores prácticas de aseo.