Los dueños anteriores de Sweetpea, Vicci (la madrastra de Michelle) y el padre de Michelle, reconocieron sus cualidades únicas y colmaron de amor y afecto a la gatita. Se sorprendieron de cómo parecía comprender el inglés y, en ocasiones, imitaba palabras humanas, aunque su voz se fue debilitando con el paso de los años.
Sin embargo, ambos enfrentaron problemas de salud en sus últimos años y siguieron adelante cuando Sweetpea tenía 22 años. Sin duda, estarían felices de presenciar la vitalidad constante de la gata y la atención que recibe hoy.
Para la agradable sorpresa de Michelle, la presentación de estos dos recién llegados, junto con su gato actual, Fumar, resultó ser una experiencia reconfortante. Naturalmente, Fumar, que antes disfrutaba de ser el único felino, tuvo que afrontar un período de adaptación. Sin embargo, con paciencia y comprensión, Fumar aceptó gradualmente a sus nuevos compañeros.
El proceso se volvió un poco más complicado debido a que Sweetpea y Tutzi tenían diferentes tipos de tiña, lo que requirió una separación temporal. Sin embargo, a pesar de estos desafíos iniciales, el trío finalmente descubrió la armonía. Ocasionalmente, Fumar puede sentirse abrumado por la personalidad descomunal de Sweetpea. ¿Podemos culparlo?
Sweetpea es verdaderamente única y sus reflejos ultrarrápidos en cuanto a la comida se han vuelto legendarios. Sin embargo, ha aprendido a respetar los límites de Fumar e incluso lo saluda con maullidos suaves y casi siempre silenciosos.
Sweetpea se ha embarcado en aventuras que abarcan varios estados a lo largo de su extraordinaria vida, dejando sus adorables huellas en Missouri, Kentucky e Illinois. El destino la ha llevado a la compañía de dueños peculiares, y parece que ha adoptado sin esfuerzo sus entrañables rasgos. Haciendo honor a su nombre como la más dulce de las guisantes, Sweetpea se ha convertido en un personaje querido por derecho propio.