Él no se detendría
Un día, Max empezó a ladrar de nuevo mientras Josie cambiaba el pañal del bebé. Esta vez, la observación de Josie fue algo inusual. Escuchar el eco del ruido en la pared hizo que su corazón se acelerara. Eso fue suficiente para ella.
Lienzo
Al ver que Max le ladraba, Josie se dio la vuelta. Sin embargo, no había nada allí. La situación estaba fuera de su control.