Hizo algo increíble
La familia no podía creer lo que veían. El perro podía ponerse de pie, algo que nunca habían visto antes. No le habían enseñado a hacerlo y pensaron que era muy probable que lo hubiera aprendido solo o que simplemente lo llevara en la sangre. Pensaron que era otra de las características especiales de Negrito.
Negrito seguía comiendo bastante y por eso crecía muy rápido. Cuando cumplió dos años ya medía más de un metro y pesaba 110 kilos. Fue en ese momento cuando los dueños empezaron a preguntarse si todo iba bien con él. Seguramente ningún perro en el mundo podría crecer tan alto tan rápido.