La ventana
Lienzo
Tracey estaba sentada junto a la ventana, repasando mentalmente los acontecimientos de los últimos días. Max había estado jugando en el jardín, como siempre, cuando desapareció de repente.
La policía había estado buscando sin descanso, pero no había pistas. Ahora, los dos gatitos también habían desaparecido de repente.
Tracey sintió una abrumadora sensación de terror. Tenía que averiguar qué estaba pasando, pero no sabía por dónde empezar. El inquietante silencio de la casa y la constante repetición de aquella fatídica tarde la perseguían.