Abriendo la trampilla
Lienzo
Tracey decidió abrir la trampilla, que crujió con fuerza y dejó al descubierto una escalera oscura que conducía al sótano. Respiró profundamente y bajó, guiada por la linterna de su teléfono.
Cuando llegó al fondo, vio algo que la dejó sin aliento. El sótano era un mundo oculto, lleno de señales de la presencia de Max. Juguetes, dibujos y su manta favorita estaban esparcidos por todas partes.
El descubrimiento provocó una mezcla de alivio y terror. Max había estado allí, pero ¿dónde estaba ahora? La urgencia por encontrarlo se intensificó.