Un niño duerme rodeado de “gatos” hasta que un oficial le dice a su madre que entre al vehículo
Mirando hacia atrás
Lienzo
Una tarde, mientras limpiaba el ático, Sam se topó con un diario antiguo que pertenecía a Emma. Sintió curiosidad, lo abrió y comenzó a leer: era un relato de la propia infancia de Emma, lleno de historias sobre su amor por los animales y su sueño de crear un santuario para ellos.
—Mamá, ¿de verdad querías ser veterinaria cuando eras joven? —preguntó Sam más tarde esa noche, con la curiosidad reflejada en su voz.
Emma sonrió suavemente, sus ojos brillaban con recuerdos. “Sí, lo hice. Siempre quise ayudar a los animales necesitados, tal como lo estamos haciendo ahora”.