Un niño duerme rodeado de “gatos” hasta que un oficial le dice a su madre que entre al vehículo
Después del vecino
Lienzo
Una noche, Emma recibió otra llamada de la señora Whitaker: “Emma, tienes que venir aquí ahora mismo”.
A Emma se le revolvió el estómago de ansiedad. Se apresuró a llegar a la casa de la señora Whitaker, seguida por Sam. Cuando llegaron, la señora Whitaker las condujo hasta el patio trasero.
Allí, en la penumbra, vieron a los gatitos, sentados en un círculo perfecto, mirando fijamente algo enterrado en el suelo. En cuanto los vieron, corrieron de vuelta a su corral.