Una perra se niega a dar a luz. El veterinario grita: “Dios mío” cuando descubre la cruel verdad
La red criminal se profundiza
Estos acontecimientos arrastraron a la pareja a una red de actividades delictivas que nunca imaginaron que encontrarían.
“No puedo creer lo que está pasando”, susurró la esposa, con los ojos muy abiertos por el miedo. El marido le apretó la mano y le aseguró que saldríamos adelante, aunque le temblaba la voz.
La comprensión de que su perro era víctima de algo mucho más grande de lo que jamás habían imaginado los dejó sintiéndose impotentes y decididos a descubrir la verdad.