Una perra se niega a dar a luz. El veterinario grita: “Dios mío” cuando descubre la cruel verdad
Organizando una operación encubierta
Con las pruebas reunidas, las autoridades organizaron una operación encubierta. “Necesitaremos su cooperación”, explicó el detective.
La pareja aceptó con entusiasmo, comprendiendo el peso de su participación. “Haremos todo lo que podamos para ayudar”, dijo la esposa con firmeza.
Los planes se habían elaborado meticulosamente y cada detalle tenía como objetivo atrapar a los culpables. La ansiedad de la pareja se mezclaba con la expectación, pues sabían que estaban cada vez más cerca de la justicia.
La atmósfera crepitaba con energía concentrada y cada persona involucrada estaba comprometida con la causa.