Una perra se niega a dar a luz. El veterinario grita: “Dios mío” cuando descubre la cruel verdad
Comienza la cobertura mediática
Las secuelas comenzaron con una cobertura mediática que arrojó luz tanto sobre las actividades criminales como sobre la valentía de la pareja.
Pronto se congregaron furgonetas de prensa y reporteros en torno a la clínica y su vecindario. “Simplemente hicimos lo que cualquiera haría”, le dijo el marido a un reportero, modesto pero decidido.
Su historia se difundió ampliamente y desató la indignación pública contra los perpetradores. Las acciones de la pareja dieron pie a un debate más amplio sobre la crueldad hacia los animales y convirtieron su terrible experiencia personal en una causa pública de justicia.