
Fuera de este mundo
Fue tal la suerte que tuvo Carlita Lyra que no lo podía creer. Al encontrar a la pobre criatura perdida y sola, ella sola la cuidó hasta que se recuperó.
Ella fue recompensada por ello de una manera divertida por nadie menos que el propio destino.
Las puertas de madera estaban muy dañadas y los muebles estaban destrozados. Había encontrado un gatito salvaje, pero el caos ni siquiera había comenzado.