Aparte de los globos rosados, también estaba preocupada por algo más. Había algo extraño en la tela impresa y el papel que se mezclaron con el “regalo” del gato. Reconoció los colores y patrones de otro lugar, pero no pudo ubicarlos.
Dominio publico
Le resultó difícil aceptar lo que había hecho su gato después de que finalmente supo la verdad.
Para Amanda Keppings, ser madre adoptiva de bebés peludos fue como un sueño hecho realidad. No había nada más conmovedor que ver a una mascota encontrar un hogar amoroso y para siempre