Retumbar
Continuó explicando lo sucedido y luego le entregó el paquete envuelto.
El anciano se inclinó para mirar dentro del transportín para gatos y al pequeño ladrón que se había apoderado de él. Con una sonrisa, abrió el papel para revelar una nueva billetera de cuero y cuatro nuevos billetes de 50 dólares. Sus ojos se abrieron como platos.